Está compuesta de Ozono, el cual se encuentra esparcido en la atmósfera (de 15 a 50 km sobre la superficie de la tierra) y su concentración varía con la altura.
El ozono actúa como filtro, o escudo protector, de las radiaciones nocivas, y de alta energía, que llegan a la Tierra permitiendo que pasen otras como la ultravioleta de onda larga, que de esta forma llega a la superficie.
Se forma en la estratósfera por la acción de radiación solar sobre las moléculas de oxígeno mediante un proceso llamado fotólisis.
Hay diversos productos generados por las personas (conocidos como halocarbonos), que causan la destrucción del ozono atmosférico a un ritmo diferente del natural que ha tenido por siglos, con lo cual se afecta el espesor de la capa de ozono.
Al adelgazarse la capa, la Tierra pierde la protección ante la radiación ultravioleta del sol. Esta radiación puede producir daño en los seres vivos, dependiendo de su intensidad y tiempo de exposición; estos daños pueden abarcar desde irritación a la piel, conjuntivitis y deterioro en el sistema de defensas, hasta llegar a afectar el crecimiento de las plantas y dañando el fitoplancton, con las posteriores consecuencias que esto ocasiona para el normal desarrollo de la fauna marina. es denominado "Smog Fotoquímico".
En 1985 se descubrió en Antártida un agujero en la capa de ozono y se llegó a la conlusión de que el desgaste grave de la capa de ozono provocará el aumento de los casos de melanomas (cáncer) de piel, de cataratas oculares, supresión del sistema inmunitario en humanos y en otras especies. También afectará a los cultivos sensibles a la radiación ultravioleta.
El agujero es tan extenso como los Estados Unidos de América y tan profundo como el Monte Everest. Ha crecido casi todos los años desde 1979.
La capa de ozono, se encuentra bajo la amenaza de elementos químicos que nosotros utilizamos.
Los mayores culpables son los clorofluorocarbonos, llamados CFC. Éstos pueden mantenerse activos en la atmósfera durante más de 100 años moviéndose lentamente a través de ella antes de descomponerse en los elementos químicos que destruyen la capa de ozono. La mayor parte de los CFC producidos en el mundo se utilizan en: refrigeradores, congeladores, sistemas de aire acondicionado, aerosoles y espumas sintéticas.
Los niveles atmosféricos de CFCs por fin han comenzado a descender. A pesar del descenso, el agujero de la Antártida alcanzó en 2005] una extensión de casi 29.000.000 de kilómetros cuadrados, más de tres veces el tamaño de Australia.
Medidas:
1.-Utiliza sólo aerosoles ecológicos y pulverizadores.
2.-Procura no utilizar espumas sintéticas que contengan CFC's, no todas las espumas contienen CFC's, pero pregunta al vendedor antes de comprarlas
3.-Un refrigerador viejo, abandonado en un vertedero, deja escapar CFC's al aire. Es mejor que lo lleves a alguna tienda donde reciclen los CFC's de los refrigeradores.
4- No utilices extintores que contengan halones. Se trata de una sustancia muy perjudicial para la capa de ozono.
5- Compra material aislante sin CFC. El corcho aglomerado oscuro puede cumplir la misma función y no afecta a la capa de ozono.
6- Lleva a cabo un buen mantenimiento del aire acondicionado, de lo contrario permitirás que el CFC pueda llegar a la atmósfera.
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